20 de enero de 2009

Carta Abierta

UNO Toda mi vida dudé en definirme como judío cuando me preguntaban qué era. Teniendo media familia de un lado y media de otro, y considerándome ateo desde muy joven, mi respuesta fue siempre extensa y poco concluyente, remitiéndome a arboles familiares antes que a filiaciones religiosas. Pero es cierto que la cultura judía me es más familiar que para muchos otros argentinos. Soy de los entienden a Woody Allen desde otro lugar que la mayoría, digamos. La eterna situación de los judíos como religión discriminada, en un país mayoritariamente católico, también, debo reconocer, me granjeó más simpatía que otras religiones.

DOS De todas formas, antes que simpatizar con una religión sobre otra, mantengo mi postura atea militante, y creo que el mundo sin religiones sería un lugar mejor. Pero hay tantas cosas que harían de este mundo un lugar mejor y son tan complicadas de lograr…

TRES Siempre evito las discusiones conflictivas, sobre todo porque me parece que las peleas de café (y en eso se convierten generalmente los debates candentes) se basan en opiniones infundadas, repetición de datos incomprobables y eternas chicanas que no llevan a nada en el mejor de los casos, y a enojos muy serios, en los peores.

CUATRO Con respecto a los ataques de Israel en la Franja de Gaza estas últimas semanas, no fue muy distinto. En parte porque no conozco tanto la historia reciente ni antigua sobre el conflicto de Israel y sus fronteras (hay tanto de lo que uno no sabe, y tan poco tiempo para aprenderlo) y en parte porque las discusiones sobre Israel y lo que a él concierne, dependiendo de los presentes, termina en posiciones proisraelíes y a favor de la “civilización” y la “modernidad” en un lugar en el que antes de su creación solo había “un desierto” (cualquier coincidencia con la Conquista del Desierto de Roca no es pura coincidencia) o, en caso de constar la velada de personas ajenas al sentimiento sionista (y el sionismo es otro tema para estudiar largo y tendido), en extraños revoltijos de conceptos sobre la postura de víctimas de los judíos que “les permite hacer cualquier cosa”, el derecho bíblico o no de la existencia del Estado de Israel, y comentarios que viran con muy poca corrección política hacia el antisemitismo.

CINCO Desde que Israel comenzó los ataques, recibo mails a favor y en contra de las acciones militares. Desde la parte de la familia que vive allá hace años, llegan terribles descripciones del terror de vivir bajo el fuego de los cohetes de Hamas. Desde el resto de mis conocidos, llegan denuncias sobre el accionar militar del Ejercito Israelí sobre la población civil de la Franja de Gaza. Así, entre las dos campanas, uno va viviendo siguiendo el conflicto y leyendo todo lo que llega al respecto.

SEIS Muertos civiles Israelíes por misiles de Hamas: 3. Soldados israelíes muertos en combate: 10. Muertos civiles por la acción militar israelí: 1200 y contando. Creo que no hay mucho más que hablar. Esto es peor que el 5 por 1 del Perón del ’55, acá son 100 por 1. Se podría desmontar cada uno de los argumentos guerreristas israelíes, pero no es este el lugar, ni creo que sea necesario más que para los caldeados ánimos de la población israelí.

SIETE No quiero extenderme sobre el desastre no solo humanitario, sino también estratégico que una guerra así va a provocar para la estabilidad en la región y la paz tan lejana. Quiero reflexionar sobre la posición que nosotros deberíamos defender al respecto de este problema. Como ¿medio judío?/¿Familiar de judíos?/¿Familiar de israelíes? me avergüenza lo que Israel está haciendo, y el apoyo que el pueblo israelí está prestando a su gobierno. No puedo dejar de lado el hecho de que en un conflicto las posiciones se vuelven extremas y desde adentro debe ser muy difícil mantener una postura crítica y racional al respecto. Sin embargo, acá sí tenemos la distancia necesaria para reflexionar al respecto y no convertir las charlas en argumentos simplones de buenos y malos, salvajes y civilizados o occidente versus oriente. Es cierto que una posición profunda y basada en hechos y estudios al respecto sobrepasa a la mayoría de nosotros, pero creo que sí podemos usar la inteligencia y ser más humanos a la hora de pensar el tema.

OCHO Hace un rato recibí un mail de denuncia. Junto a noticias sobre los ataques israelíes a los centros del CICR, a las bombas en escuelas llenas de refugiados, se adjuntaba el siguiente texto: «para aquellos que no han leído "Los Protocolos De Los Sabios Del Sion" de Julius Evola, esta es una pequeña muestra de lo que pueden hacer "a la vista" los judíos, ni pensemos lo que hacen bajo las sombras. Y, ahora, ¿les queda alguna duda que EEUU es judío?» …

NUEVE Esto es lo que me lleva a escribir esta serie de ideas. Lo que está haciendo el Estado de Israel (y no “los judíos”, así como lo que hace Italia, por ejemplo, no es lo que hacen “los católicos”, ni lo que haga Irak es lo que hacen “los musulmanes”) es criminal y merece todo el reproche posible, pero confundir las acciones del gobierno israelí con un “plan de dominación mundial judío”, es tan ridículo como creerle a quienes dicen “todos los árabes son terroristas”. La misma lógica discriminatoria y xenófoba contra los judíos, es la que muchos israelíes aplican al tratar de manera racista a los palestinos, desde hace muchos años. Así, repitiendo discursos de odio, y reclamando ojo por ojo, todos quedaremos ciegos.

DIEZ Desde una postura de izquierda racional, y no de la que repite consignas tan al estilo de la derecha que balbucea lugares comunes; en momentos difíciles como este es cuando tenemos que hacer mayores esfuerzos para abogar por un camino que conduzca al entendimiento y al diálogo antes que a más odio y desinformación. Por supuesto, sin olvidar los crímenes cometidos y siempre sosteniendo el reclamo de justicia.